Muchas veces he criticado ese amor tan cerrado que puede sentir una mujer.
Muchas veces he pensado que no se puede ser tan pasional, o tan puntual.
He criticado los amores obsesivos, los amores que no dejan respirar. Y los he visto mucho más en mujeres que en hombres. Los hombres por alguna razón se pueden desprender más facilmente. Las mujeres seguimos dándole la vuelta al asunto. Además a lo mejor me equivoco, porque puede ser que quien siga dando vueltas es el que ama más. Puede ser... En fin, no soy experta pero creo que tengo experiencia ("que no es lo mismo pero es igual"), y al escuchar a mis amigas voy viendo que todas repetimos lo mismo: "¿qué pensará?", "¿qué querrá?", "¿qué querrá decir esto o aquello?". Y siempre respondo lo mismo "¿y qué importa???"
Importa más lo que NOSOTROS queremos. Importa unicamente lo que nosotras buscamos. Que si ellos no están, NO IMPORTA. Porque al final somos nosotras las que tenemos que vivir con nosotras mismas, aguantarnos los malos humores, sonarnos las narices o ponernos la mejor máscara ante los hijos y los demás.
Somos nosotras las que pasamos las noches en blanco, dando vueltas como panqueques en la cama, volteando también las almohadas para que no estén calientes y poniéndolas en otra posición para sentir "como que hay alguien ahí". Somos nosotras las que al día siguiente tenemos que levantarnos temprano, ver niños, arreglar casa, dejar todo dispuesto e ir a trabajar con nuestra mejor cara y el mejor humor del mundo, para volver a la rutina de la tarde, la de la noche y vuelta a la cama. Somos nosotras las que tenemos que enfrentarnos a nosotras mismas, solas, pensando lo mismo una y otra vez.
¿Para qué? ¿Con qué propópsito? Tenemos que ver que si seguimos en el espiral, no vamos a ver la luz jamás. El espiral nos lleva de arriba a abajo o al revés, pero seguimos metidas en él. ¡Qué aburrido!
Y resulta que cuando hago uno de esos mis comentarios "salidos" me dicen que hablo como los hombres.... solo eso me falta! Pero en serio pienso que si nosotras alguna vez hicieramos igual, igualito lo que ellos hacen, se llevarían una sorpresa máxima y los tendríamos gateando pidiendo migajas de amor. Porque así son. Por mal quieren.
Mis amigas lindas seguirán llorando y algún día sin duda las voy a acompañar en ese dolor. Pero hoy, por lo menos hoy, voy a tomarme el vino para coger fuerzas y ser maléfica, volverme hombre y a ver quien queda vivo! Olé!
Escrito por Marielette a las 9 de Noviembre 2005 a las 06:21 PM