Cuántas veces he oido ese dichoso refrán "más vale gotas de sudor en el gimnasio, que sangre en el cuadrilátero". Lo tengo clarísimo. Si no hay esfuerzo no se gana. Si no arriesgas no ganas. Podemos ponerlo de mil maneras, pero, ¿en realidad lo hacemos?
¿Qué pasa si las cosas no terminan de salir nunca? ¿Hasta cuándo es permitido decir YAAAAAAAA? ¿Esto vale para las relaciones entre pareja también?
Si uno como mujer hace y deshace por el dichoso hombrecito, y no tanto por complacerlo, sino por tener una vida que pueda calificarse como "en paz"; llevar una relación suavecita, con los roces normales, pero con el mismo cariño del principio, ¿cómo es que el dichoso hombrecito tiene derecho a tirar lo toalla antes que una????
NO hay derecho! esto no es justo! O simplemente ya no hay amor.
Si uno saca ganas, fuerzas y sonrisas miles de veces, ¿porqué este $/!#&) no hace lo mismo?
¿Quién le dio ese derecho? YO NO!
El amor se cultiva, las relaciones se alimentan, cada día, sin hacerlo tarea ni trabajo; con gusto, con placer. El resultado al final supuestamente será una situación de gana-gana para ambos, o no?
Que ¿quieres tirar la toalla? Tiremoslas todas y al carajo!
Escrito por Marielette a las 12 de Agosto 2005 a las 12:50 AMLa pregunta del millón de dólares: "¿Hasta cuándo?"
Yo he estado varias veces en ese punto en que lo mandarías todo al carajo, pero he aguantado... y me alegro, porque luego hemos tenido buenos momentos, como ahora... sin embargo, no sé cuántos puntos como ése voy a ser capaz de aguantar. Aprendes a contenerte para no soltar: "¡Se acabó!", pero no puedo evitar pensar que algún día se me escapará... Me da miedo, pero al mismo tiempo lo encuentro lógico de algún modo...
Elegir, elegir, elegir. Qué horror, qué miedo, qué tortura. Un saludo ;)
Escrito por HenryKiller a las 12 de Agosto 2005 a las 12:19 PMClaro que es difícil la decisión del adiós, sobre todo por la responsabilidad que trae cuando hay terceros involucrados. Afortunadamente para mi, no hay terceros, solo segundos (él) y primeros (yo).
Creo que lo que más duele es el silencio y la indiferencia. Pero bueno, en este partido de fut, que son las relaciones, si no hay dos jugando, uno solo no puede mantener todo el tiempo la pelota.