Cada persona puede sostener una o varias etiquetas. Unas malas, otras buenas, otras, simplemente distintas. Todos tenemos etiquetas pero pocos tienen banderas.
El abanderado no sólo lo es por campeón y excepcional, sino porque mantiene y sostiene muchas banderas. Banderas que ondean al viento de risas y al ritmo de música.
En la cabeza, banderas blancas. Una a una con nombre propio. Sueños. Pureza. Inocencia. Ideales. Claridad. Visión. Fortaleza. Fe.
En el corazón, banderas rojas. Pasión. Amor. Dolor. Camino recorrido. Ternura. Sabor.
En los pies, banderas verdes. Esperanza. Naturaleza buscando naturaleza. Raíces en tierra mojada y fértil.
Envolviendo su cuerpo, una sola bandera. Una grande, ancha y amplia, limpia y llena de huellas. Una bandera igual a una sábana tibia. Una única e inigualable. Esa que lo hace ser él.
Esa que tiene nombre propio, que es el mismo de él.
--- a mi torre, holder of all flags, proud waver of all of the above. Feliz cumpleaños.
Escrito por Marielette a las 20 de Septiembre 2005 a las 10:01 PM