Dicen que cada enfermedad tiene su origen en la mente y el espíritu de quien la sufre. Dicen que de alguna forma nuestros sentimientos se cuelan en nuestros cuerpos y sin pensar, y sin quererlo, nuestro saco de huesos sufre las consecuencias.
Tanto tanto será el dolor, tan tan fuerte será nuestra mente, que vemos a hermanos, hijos, padres, todos sufriendo algún mal extraño o conocido, pero real, porque hay fiebres, porque hay marcas en la piel. ¿Podemos ser tan malos con nosotros mismos?
Aquí dejaré un párrafo que escribí hace tiempo. Como se ve que me estaba odiando. Que quería morirme y la forma más dura de morir, es deséando tu propia muerte. Suicidio lento. Masoquismo eterno. Aquí va:
"Pues ya está, encontré la solución. Tengo que seguir sufriendo dolores físicos para terminar con los dolores del alma. Necesito infringir y provocar alguna enfermedad que me carcoma por dentro, que devore cada órgano que me conforma y termine conmigo YA. Quiero un gusano que se vuelva serpiente, que me llene de veneno, que inunde cada célula con porquería y que acabe conmigo. Quiero un cable eléctrico que recorra con su fuego cada capa de tejido, cada vena y cada arteria y queme todo lo que quede y me vuelva polvo del polvo. Quiero un viento huracanado que sople y venga desde arriba, que succione cada ceniza, que aspire cada migaja. Quiero una tormenta de lluvia que arrastre al huracán, que lo lleve hasta el mar y lo haga romperse en mil partículas y como yo iré en ellas, voy a llover sobre el mar. Seremos agua sobre agua, agua dentro de agua, y me confundiré con corrientes y no sere una, sere mil millones de una. Y el sol me evaporará y entonces seré una nube de nuevo y viajaré por el mundo y chocaré contra otras nubes y caeré con fuerza de nuevo y volveré a sentir dolor. Pero ya será menos. Ya será menos porque las gotas no pueden sufrir demasiado. Las gotas al final son gotas y a nadie le importan."
Muchas veces he criticado ese amor tan cerrado que puede sentir una mujer.
Muchas veces he pensado que no se puede ser tan pasional, o tan puntual.
He criticado los amores obsesivos, los amores que no dejan respirar. Y los he visto mucho más en mujeres que en hombres. Los hombres por alguna razón se pueden desprender más facilmente. Las mujeres seguimos dándole la vuelta al asunto. Además a lo mejor me equivoco, porque puede ser que quien siga dando vueltas es el que ama más. Puede ser... En fin, no soy experta pero creo que tengo experiencia ("que no es lo mismo pero es igual"), y al escuchar a mis amigas voy viendo que todas repetimos lo mismo: "¿qué pensará?", "¿qué querrá?", "¿qué querrá decir esto o aquello?". Y siempre respondo lo mismo "¿y qué importa???"
Importa más lo que NOSOTROS queremos. Importa unicamente lo que nosotras buscamos. Que si ellos no están, NO IMPORTA. Porque al final somos nosotras las que tenemos que vivir con nosotras mismas, aguantarnos los malos humores, sonarnos las narices o ponernos la mejor máscara ante los hijos y los demás.
Somos nosotras las que pasamos las noches en blanco, dando vueltas como panqueques en la cama, volteando también las almohadas para que no estén calientes y poniéndolas en otra posición para sentir "como que hay alguien ahí". Somos nosotras las que al día siguiente tenemos que levantarnos temprano, ver niños, arreglar casa, dejar todo dispuesto e ir a trabajar con nuestra mejor cara y el mejor humor del mundo, para volver a la rutina de la tarde, la de la noche y vuelta a la cama. Somos nosotras las que tenemos que enfrentarnos a nosotras mismas, solas, pensando lo mismo una y otra vez.
¿Para qué? ¿Con qué propópsito? Tenemos que ver que si seguimos en el espiral, no vamos a ver la luz jamás. El espiral nos lleva de arriba a abajo o al revés, pero seguimos metidas en él. ¡Qué aburrido!
Y resulta que cuando hago uno de esos mis comentarios "salidos" me dicen que hablo como los hombres.... solo eso me falta! Pero en serio pienso que si nosotras alguna vez hicieramos igual, igualito lo que ellos hacen, se llevarían una sorpresa máxima y los tendríamos gateando pidiendo migajas de amor. Porque así son. Por mal quieren.
Mis amigas lindas seguirán llorando y algún día sin duda las voy a acompañar en ese dolor. Pero hoy, por lo menos hoy, voy a tomarme el vino para coger fuerzas y ser maléfica, volverme hombre y a ver quien queda vivo! Olé!
cutting cords
letting go
trying hard to do so
looking around
flying low
looking for a place to go
lamer las heridas
recuperar el aire
reparar el daño
and then, after everything falls into place again
try harder
love stronger
give more... and cry again